Por: Raymundo Flores Melo.
La primera de ellas recibe el nombre de Frida Kahlo en el patio de la Casa Azul de Coyoacán, en las fotografías se ve a la pintora en el piso, con expresión atenta y cariñosa hacia los canes. En una acariciando con las dos manos a un pequeño xolo y, en la otra abrazando al mismo perro con otro más en el regazo.
La segunda serie es quizá la más conocida. Frida Kahlo se presenta con un vestido largo de color negro en actitud introspectiva, acompañada de uno o dos xolos. “Así aparece Frida pensativa, la mano izquierda llena de anillos; o Frida inmersa en el abismo de un espejo en un muro, mientras sus perritos mexicanos olisquean sus faldas o juegan”[1].
Sin duda, la belleza de las imágenes, debido al talento artístico de Lola Álvarez Bravo, ha contribuido a incrementar el prestigio y leyenda de la pintora Frida Kahlo y hacer del xoloitzcuintle un símbolo cultural.
[1]GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Sergio. “Lola Álvarez Bravo: La luz en el espejo” , fechado el 01 de octubre de 1993, en Nexos en línea: http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=447350